Esta iglesia románica, de los siglos XII y XIII, bajo la advocación de los santos Cosme y Damián, esta situada en un pequeño promontorio que domina el pequeño pueblo de Encío. La incultura y la barbarie destruyeron en su interior unos hermosos frescos que decoraban su ábside, incluyendo el expolio de escudos nobiliarios, tallados en piedra, pertenecientes a las familias Encío y López de Encío. En su exterior podemos contemplar una interesante serie de canecillos. Ha permanecido casi en el olvido pero, afortunadamente, ha sido considerado su valor histórico y patrimonial y se han asignado fondos para su restauración y puesta en valor.
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