Pillé de cerca a esta rojilla buscándose la vida en un claro del monte. Me extrañó que no saliera de inmediato a patón o huyendo en vuelo. Al poco comprendí al ver que una de sus patas estaba mal y andaba como buenamente podía. Creo que intuyó que no había peligro. obtuve unas cuantas tomas y me fuí. Cada uno a lo suyo.
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