Si existe una joya botánica en nuestra zona de Obarenes, no debemos de olvidarnos citar los tejos (Taxus baccata) milenarios que existen en una pequeña vaguada en lo alto del Desfiladero de La Horadada. El acceso para verlos podemos hacerlo desde Tartalés de Cilla o desde Panizares. Estamos hablando de un árbol de desarrollo lentísimo, exento de parásitos por su toxicidad, debido al contenido de un alcaloide muy activo, la taxina, presente en el tronco, raíces, ramas y hojas. Fue un árbol mítico, sagrado para los pueblos celtas, asociándole a la vida, y la eternidad. Pensar que estos que citamos, cuando estaban iniciando su desarrollo, eran contemporáneos del Cid, nos obliga a descubrirnos ante su presencia y admirar la obra de la naturaleza.
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