Perdida en el bosque, entre el pueblo de Obarenes y Pancorbo, se encuentra esta pequeña ermita, en ruinas. Su origen es eremita. Las cuevas que componen el conjunto dan fe de ello. Sus inicios se remontan al siglo VII. Completan el conjunto una serie de tumbas antropomorfas, excavadas en la roca, que datan de la alta Edad Media. Aparece documentada por primera vez en el año 869. Posteriormente, ante el aumento de población de familias y monjes, decidieron bajar al valle y fundar el Monasterio de San Mamés de Obarenes el cual, restaurado por mandato de Alfonso VIII, pasó a denominarse Santa María de Obarenes.
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