Situado bajo al abrigo de un espigón de peñas, en la cara sur del monte La Verdina, en los Montes Obarenes y regado por el arroyo Silanes abriéndose paso a través del "callejón", en un cortado entre peñas, este pequeño municipio se observa bien desde el altozano que domina su iglesia del siglo XV, bajo la advocación de San Román. Se descubrió hace años un importante yacimiento arqueológico procedente de pobladores establecidos en los términos de La Llana y La Atalaya, de origen ibérico. También se hallaron restos de cerámica, mármol y teselas de mosaicos romanos, probablemente pertenecientes a una importante villa romana de familia principal y destacada, en la época en la que Appio Julius Silanus fue gobernador de la Hispania Tarragonense. Desde mediados del siglo X el nombre de Silanes aparece tal y como lo conocemos actualmente.
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