Cercano al pueblo de Herrán, en el Valle de Tobalina, y al pie de la Sierra de Arcena, existe una antigua iglesia rupestre, con una parte excavada en la roca y otra construida. Remontándonos a 4000 años a.c., probablemente existió en esta zona una comunidad de pobladores, semi-nómadas, que utilizaban los refugios naturales de la montaña. Cientos de años más tarde se estableció aquí una comunidad cristiana, formada por eremitas, entre los siglos VII al X, construyendo un centro religioso con iglesia y necrópolis, pudiendo encontrar diversas tumbas, estando formadas por lajas de piedra arenisca colocadas de canto, siendo una de ellas excepción de las demás al ser de tipo nicho, excavada en la pared de roca del templo rupestre, suponiendo se trataba de personaje destacado sobre el resto.
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