Pequeño pueblo, semiabandonado, al que podemos acceder siguiendo la calzada romana que viene desde Encío. Tiene la particularidad de dar nombre a todo el cordal montañoso de los Montes Obarenes. El acceso al Buey (1352 mts.) por su cara norte podemos hacerlo desde aquí tomando una pista que sale de la plaza del pueblo. En la Edad Media tuvo gran importancia su monasterio, hoy en ruinas, bajo la advocación de Santa María de Obarenes, contando con el amparo de reyes castellanos.
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