Casi a los pies del monte Pan Perdido, en el cordal de los montes obarenes, se encuentra el pueblo de Soto de Bureba, formando una magnífica estampa con las formaciones rocosas de la vertiente sur de los Obarenes. Destaca sobre el caserío su magnífica iglesia románica dedicada a San Andrés, cuyo pórtico es digno de admirar pausadamente y pensar en la labor artesana que, con buenas manos, lo tallaron en el año de 1175.
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