Perteneciente a la familia de los anuros, género Bufo, existen hasta 17 especies distintas. De forma achaparrada y patas cortas, sus movimientos son lentos, carecen de cola y dientes y sus pupilas son horizontales. Su piel es gruesa, seca y verrugosa. Detrás de sus ojos tienen una estructura parecida a una verruga, se trata de las "glándulas parotoides" , distinguiendo ésta a los sapos verdaderos del resto de los anuros, familia a la que pertenecen. Segregan una sustancia blanca, gaseosa y venenosa para defenderse de los depredadores, se trata de un veneno que contiene bufotoxina, pudiendo ocasionar serios problemas en animales domésticos (perros y gatos) si muerden ó comen un sapo, produciendo casi de inmediato anormalidades cardíacas, debilidad, derrumbamiento pulmonar, paro cardíaco, mareo, vómitos y convulsiones, pudiendo incluso originar la muerte del animal. Los sapos suelen inflar el cuerpo al sentirse amenazados. Los machos son más pequeños que las hembras y poseen el "órgano de Bidder", un ovario incompleto. A este ejemplar le tomé la foto en una zona húmeda subiendo hacía la zona sur de La Verdina.
No hay comentarios:
Publicar un comentario