Esta bella mariposa nocturna es un endemismo mediterráneo. De hábitos también diurnos, es muy reservada y asustadiza, refugiándose entre las hierbas y matojos al advertir nuestra presencia, dificultando las tomas fotográficas. Debemos actuar con paciencia y cautela, sin movimientos bruscos, si queremos realizar un acercamiento que nos permita obtener planos cercanos. Los machos son más grandes que las hembras y poseen dos antenas con plumas muy características. Sus colores crípticos las permiten ocultarse entre la vegetación fácilmente. Sus orugas se alimentan del escobizo del monte.
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