De tanto verlas en el bosque terminamos por no hacerlas caso, pero tienen su interés por su morfología y colores. En su cabeza tienen cuatro antenas que les sirven como órganos táctiles, estando situados los ojos en las superiores. Su actividad, siendo más bien nocturna, depende de la época del año, la temperatura y la humedad ambiental, siendo esta última muy importante para la producción de moco al permitirle éste desplazarse con facilidad.
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