En su fase de apareamiento algunos ejemplares de la colina, machos y hembras, desarrollan las alas que les servirán para desplazarse y formar otro nuevo emplazamiento para su posterior desarrollo. Los machos morirán al poco de aparearse, ocurriendo lo mismo con muchas de las hembras, siendo unas pocas de éstas las que se conviertan en hormigas-reina, perdiendo las alas y desarrollando la función de poner huevos durante el resto de su vida al objeto de formar una nueva colonia. La dispersiòn y vuelo de las hormigas aladas se produce anualmente, siendo numerosos millares las que inundarán los campos.
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