Pensamos que se mueven siempre entre riscos y cortados inaccesibles, pero su comportamiento es más variado de lo que a primera vista se supone. Sus posaderos pueden ser de descanso y vigilancia y en ambos casos no renuncian a ningún elemento que en el monte consideren cumple los fines descritos. En este caso, restos de un árbol seco en un talud casi vertical, utilizado a modo de atalaya.
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