viernes, 2 de octubre de 2015

Corcino en Obarenes


En uno de los habituales paseos por Obarenes me llamó la atención una corza que se dejaba ver y fotografiar a una corta distancia, moviéndose de acá para allá, pero sin abandonar la zona. Supuse lo que al poco aconteció, de entre la hierba se levanto un pequeño corcino, ya crecidito, mirándome con interés durante un buen rato. En encuentros de este tipo lo mejor es quedarse quieto, casi, como un árbol, contemplando al animal primero por el visor de la cámara y luego, si da tiempo, a vista limpia. En encuentros con pequeñitos corcinos, no muy habituales,  nunca debemos tocarlos, adoptan una actitud de quedarse quietos hasta que venga la corza a por él, cualquier intento de ayudarles por nuestra parte ocasionará un perjuicio al pequeño animal. 

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